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Antes y después de nuestra jornada laboral, los accidentes laborales in itínere no son el único problema grave de salud laboral que nos encontramos los trabajadores a la hora de ir y regresar de nuestros puestos de trabajo. Otros conceptos como la angustia, el estrés e incluso el cansancio adicional que sufrimos al ir y volver del trabajo, se convierte en un inconveniente diario para nuestra salud.

Bien sea en transporte público o privado, si disponemos de él, sufrimos a diario dichas consecuencias, la congestión de las ciudades, los atascos y como no, el grave problema del aparcamiento una vez que llegamos a nuestro destino, a nuestra empresa, empresas situadas en el centro urbano de las grandes ciudades que se encuentran ya de por si colapsadas, en polígonos industriales congestionados, ¿qué opción tomamos?, parking público (con los costes diarios que ello conlleva), zonas de aparcamiento controlado (zonas verdes o azules), esta opción genera además un estrés añadido, debido a tener que salir a mover el vehículo y volver a pagar cada cierto tiempo, debemos estar pendientes del reloj, buscando alguna escusa para ausentarnos de nuestro puesto de trabajo para evitar que nos multen. Aparcar el vehículo fuera de dichas zonas controladas y acceder andando, o si existe buena comunicación en transporte público hasta nuestro trabajo, ello conlleva una exigencia considerable, teniéndonos que levantarnos antes y emplear una gran cantidad de tiempo en ello. Una opción, para evitar los atascos y el aparcamiento,  puede ser desplazarnos en motocicleta o bicicleta, pero todos sabemos el aumento del riesgo de sufrir un accidente con dichos medios de transporte.

Por eso digo, todo empieza y termina no solo en nuestra jornada de trabajo, los desplazamientos in itinere también son importantes en nuestras jornadas laborales y no solo por sufrir un accidente, hay que regresar sano y salvo a nuestros domicilios, física y mentalmente.





Mariano Villalón
Técnico Superior PRL