Blog

A pesar de establacer las medidas colectivas para la prevención de riesgos laborales de los trabajadores, no siempre podemos eliminar los riegos existentes en los diferentes trabajos a realizar, por ello y para ello disponemos de los EQUIPOS DE PROTECCION INDIVIDUAL (EPI).

En algunos casos, la seguridad y función de los equipos ha sido puesta en entredicho; pero lo cierto es que los EPI están diseñados para funcionar con éxito como barrera de seguridad frente a uno o varios riesgos a los que pueda estar expuesto el usuario y que amenacen su seguridad y su salud, minimizando los efectos nocivos de los riegos no eliminados en el centro de trabajo.

Para ello es importante conocer que no todos los EPI son válidos y adecuados frente a todas las circunstancias o riesgos. Y he aquí donde entra en juego uno de los factores clave de la seguridad y la prevención: la correcta selección del EPI a emplear.
El primer paso para ello es realizar por nuestra parte, como técnicos superiores de prevención, una correcta evaluación de los riesgos del puesto de trabajo. Es fundamental conocer los riesgos del sector y los que se puedan producir en cada puesto de trabajo específico, dentro del proceso productivo a realizar. Debemos disponer de un amplio conocimiento de los diferentes EPI que se deben utilizar, para poder establecer el más adecuado en cada circunstancia.

Todas la normativas al respecto, tanto española como europeas vigentes, nos sirven y guían de información, para una correcta elección sobre el EPI adecuado para cada necesidad de protección. Y sólo así, se conseguirá minimizar los riesgos y garantizar el nivel deseado de seguridad del trabajador.
Es importante seleccionar el equipo adecuado, sin ahorrar costes, y sin buscar una protección mayor. Una vez que tenemos claro el EPI que se debe utilizar en cada momento este debe llevar marcado CE, cumplir las normas mínimas y exigibles, y que su distribuidor sea profesional y reconocido.

Según la Directiva 89/686/CEE, los EPI cuentan con diferentes categorías que van desde la I a la III en función de los riesgos para los que el equipo esté destinado, siendo la Categoría I para riesgos menores, a la Categoría III, cuya falta de uso puede acarrear accidentes mortales o con lesiones irreversibles.

Debemos ser muy concienzudos a la hora de la elección de cada EPI para cada proceso productivo, ofreciendo el nivel de proteccion adecuado para el que ha sido diseñado.
Tan importante a la hora de la elección del EPI, es la utilización del mismo según establece el RD 773/1997- por el cual todo trabajador debe estar formado e informado por el empresario, del correcto uso y mantenimiento de los mismos.






Mariano Villalón
Técnico Superior PRL
Delegación:
70503 Alcalá de Henares, Madrid