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En el mundo laboral, actualmente nos hemos acostumbrado a que los accidentes laborales existan en nuestro día a día, y eso les ha sucedido a muchas empresas de todos los sectores, pero es un pensamiento que debe desaparecer y pensar que sí se puede llegar al objetivo de tener cero accidentes laborales en un año.

Esta idea conlleva la implicación de dos partes imprescindibles en las empresas: empresario y trabajador. Desde el punto de vista del empresario, el llegar al objetivo de tener cero accidentes tiene que ser una de sus principales metas, ya que eso conlleva mejorar la rentabilidad de la empresa y generar un espacio de trabajo más seguro. Invertir en seguridad es una de las medidas que debe tomar para alcanzarlo, hasta en una empresa donde se realicen muchos procesos productivos, se puede conseguir que no existan accidentes laborales, entendidos como asistencia médica por la mutua de accidentes.

 En un principio, parece que es imposible hacer una inversión grande como para no tener accidentes, pero poco a poco desde empresas pequeñas hasta con muchos trabajadores, se puede ir mejorando en lo que a seguridad se refiere, invertir en máquinas, en procesos productivos más seguros, en condiciones de lugares de trabajo, etc. para conseguir este objetivo. Evitar los accidentes laborales puede impedir la generación de costes que pueden repercutir en el bienestar común de la empresa, generando reducciones de plantilla y por lo tanto desestabilizar el factor humano de la empresa.

También tenemos que tener en cuenta que, como técnicos de prevención, somos importantes en ese proceso de conseguir cero accidentes, ya que conociendo el proceso de cada empresa podemos identificar cada uno de los riesgos existentes para los trabajadores de esas empresas, hacer una correcta evaluación de riesgos, indicando medidas preventivas a implantar, y señalando probabilidad y severidad del daño, para que se pueda realizar una buena planificación y eliminar o reducir los riesgos.

Por parte del trabajador también se debe hacer una labor de concienciación para que entienda que toda la seguridad que tiene a su alrededor es para su propia protección, de forma que no debe dejar de lado esa seguridad, utilizando correctamente loa equipos de trabajo con sus resguardos y protecciones, usando cuando sea necesario y así lo exija el empresario por evaluación de riesgos los equipos de protección individual, es decir, integrando los factores de seguridad que le da la empresa en su hábito de trabajo, de esa manera se evitarán accidentes por alguna negligencia por su parte. Existen herramientas que se utilizan en los sistemas de gestión de PRL para detectar actos o condiciones inseguras, de forma que se llega a definir qué comportamientos son objetivo de analizar y observarlos de forma natural cuando están ocurriendo, con el fin de actuar sobre las causas y consecuencias de esa forma de comportamiento y poder evitar la probabilidad de accidentes. Esta estrategia estaría basada en la observación al propio trabajador, sin dejar de un lado la inversión en seguridad de la empresa por parte del empresario.

En conclusión, ese tándem de empresario y trabajador, es fundamental para evitar los accidentes de trabajo, poniendo cada uno de su parte y haciendo todo lo que esté en sus manos, tanto en inversión de seguridad como trabajando de manera segura con las medidas existentes en la empresa.

 

Itziar Martínez Rodríguez

técnico superior PRL