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En este artículo me centraré en las radiaciones ópticas, también desconocidas y que como cualquier contaminante hay que conocer, para valorar la existencia de riesgo en su exposición.



El Real Decreto 486/2010, de 23 de abril, sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a radiaciones ópticas artificiales define este tipo de radiaciones como: Toda radiación electromagnética cuya longitud de onda esté comprendida entre 100 nm y 1 mm. El espectro de la radiación óptica se divide en radiación ultravioleta, radiación visible y radiación infrarroja. En el espectro electromagnético se encuentran comprendidas entre los campos electromagnéticos y las radiaciones ionizantes.

Hay que decir que cuando hablamos de tipos de radiaciones, hablamos de bandas de frecuencias, y en los extremos del espectro óptico, las propiedades de las radiaciones infrarrojas se asemejan a las microondas (consideradas Campos Electromagnéticos) y en el otro extremo la radiación ultravioleta comparte propiedades con las Radiaciones Ionizantes.

Si nos centramos en las Radiaciones ópticas, tenemos tres tipos de radiaciones con posibles efectos para la salud, en función del tipo de radiación.

En la zona del espectro óptico de menor energía, y mayor longitud de onda esta la radiación infrarroja, esta radiación óptica tiene longitudes de onda comprendidas entre 780 nm y 1 mm. La región infrarroja se divide en IRA (780 - 1.400 nm), IRB (1.400 - 3.000 nm) e IRC (3.000 nm - 1mm).

En la zona intermedia de ese espectro nos encontramos con la Radiación Visible, de longitudes de onda comprendidas entre 380 nm y 780 nm.

Y en la zona de mayor energía del espectro y por lo tanto de menor longitud de onda nos encontramos con la Radiación Ultravioleta, de longitudes de onda comprendidas entre 100 y 400 nm. La región ultravioleta se divide en UVA (315 - 400 nm), UVB (280 - 315 nm) y UVC (100 - 280 nm).

Una vez definidos los diferentes tipos de radiaciones ópticas, el paso siguiente es conocer cuáles son los posibles efectos perjudiciales para la salud.

El cuerpo humano responde de forma diferente a las radiaciones según la región del espectro óptico del que proceden. Podemos distinguir entre dos tipos de efectos, térmicos y efectos fotoquímicos. Los primeros originan una elevación parcial o total de la temperatura del cuerpo, y los segundos lesiones en la piel, en el cristalino y la retina del ojo.

En cualquier caso, la prevención de estos efectos es bastante sencilla, podemos actuar en el foco de emisión, apantallando la fuente de emisión cuando sea posible o interponiendo barreras físicas opacas a la radiación, también es posible aumentar la distancia entre el foco y el trabajador, la energía que recibe el trabajador disminuye con la distancia. Por último cuando no existe posibilidad de actuar sobre el foco emisor o sobre el medio de transmisión, habrá que actuar sobre el trabajador, dotándolo de los equipos de protección adecuados. En este caso, puede ser ropa, gafas de protección, e incluso cremas con protección para el caso de la radiación solar.


Fuente: insht