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He querido hacerme eco de esta noticia publicada en la edición digital del periódico ABC Madrid, y que me permito reproducir tal cual,

Un motorista salva la vida al hombre que se paró a auxiliarle tras un pinchazo en la A-4

El conductor de la furgoneta sufrió un infarto tras remolcar la moto en su vehículo.

Lo que ocurrió ayer por la noche es un ejemplo brutal de lo que se conoce, en los servicios de emergencias, como cadena de supervivencia o cadena de la vida, explican a ABC fuentes del Samur. La historia no es para menos: un motorista pincha una rueda en la autovía de Andalucía y para su vehículo en el arcén; un hombre detiene su furgoneta para auxiliarle y, tras comprobar el alcance de la avería, se ofrece a cargar la moto y trasladar a su dueño hasta un punto más céntrico. Sin embargo, los acontecimientos se van a precipitar cuando, momentos antes de iniciar la marcha, el conductor de la furgoneta sufre un infarto.

Los hechos tuvieron lugar a las 22:15, cuando una llamada al 112 alertó del infarto de un hombre en el interior de su vehículo, en el kilómetro 7 de la A-4 en sentido Madrid. A un lado del teléfono, un operador de la central del Samur-Protección Civil; al otro, el motorista. «Siguiendo las indicaciones telefónicas, el motorista inició las compresiones torácicas para intentar sacar al afectado de la parada cardiorrespiratoria», describen las mismas fuentes. «Al no poder tumbarle en el suelo, tuvo que reclinar los asientos para poder realizárselas», subrayan.

Pasados unos minutos, varias unidades del Samur llegan a la zona y se hacen cargo de la situación. A través de maniobras avanzadas, logran sacar a la víctima de la parada y la trasladan hasta el hospital Doce de Octubre, donde continúa ingresada en estado grave. No obstante, las fuentes del Samur señalan que «el conductor de la furgoneta, de unos 50 años, habría fallecido si el motorista no hubiera iniciado las maniobras de reanimación». Al parecer, el motorista -también de unos 50 años-, tenía conocimiento de las pautas a seguir gracias a un curso de primeros auxilios que había recibido en su empresa. «No precisó atención médica. Solo estaba interesado en que no le pasara nada a la persona que había parado en su auxilio», sentencian las propias fuentes.

Leyendo este artículo de prensa, me ha embriagado una cierta emoción por varias circunstancias, la primera por constatar la llamada "cadena de vida" de ayuda mutua entre dos perfectos desconocidos que cruzan fortuitamente sus destinos y que, de una forma absolutamente desinteresada, cambian su vida para siempre. En segundo lugar porque de alguna manera, se constata lo importantísimo que es haber recibido en el seno de la empresa la formación básica en primeros auxilios, hecho este que salvo la vida del infartado... Ignoro absolutamente la identidad de estas dos personas y mas aún la empresa y/o probablemente SPA que les impartió a estos trabajadores la formación en primeros Auxilios, pero desde aquí, no puedo más que mandarles mi más sincera enhorabuena al trabajador que socorrió al infartado y a la empresa por su conciencia preventiva y su esfuerzo para que sus trabajadores recibieran dicha formación.

Desde Europreven llevamos mucho tiempo promoviendo tales formaciones a los trabajadores con independencia de la actividad a la que se dediquen, habida cuenta del uso impredecible que a tales conocimientos se les puede sacar.

Así en Europreven, tanto a través de nuestros equipos médicos y técnicos, como de los acuerdos suscritos a estos efectos con entidades como la Cruz Roja Española, trabajamos cada día, de forma incansable, en transmitir y fomentar los hábitos saludables en las empresas y las formaciones necesarias para todos los trabajadores en Primeros Auxilios, así como el resto de materias necesarias para garantizar, en la medida de lo posible, unas condiciones de trabajo seguras en el seno de nuestras empresas cliente.