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Siempre se ha dicho que el principal objetivo la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de 1995 (LEY 31/1995) era crear una cultura preventiva dentro de las empresas, tanto en su dirección como entre los trabajadores.

Después de más de 20 años del inicio de la Ley se ha avanzado muchísimo pero todavía nos queda un reto importante: para crear una verdadera cultura preventiva en muchas ocasiones se necesita un cambio en la mentalidad en materia de PRL.

A día de hoy la formación en PRL se centra fundamentalmente en formar a los trabajadores en los riesgos en sus puestos de trabajo y en las medidas preventivas que deben adoptar para eliminar o disminuir estos riesgos. Los técnicos de PRL somos los encargados de impartir esta formación y por mi experiencia personal y la de otros compañeros es muy común oír a los alumnos decir; “otra vez lo mismo”, “si esto ya me lo sé” y otras afirmaciones similares. Por eso creo que la formación debe de ir un paso más allá. No solo debe de consistir en explicar los riesgos y las medidas a adoptar, sino que tenemos que convencerles de porque deben de adoptar estas medidas. Debemos de darles argumentos para que se produzca un cambio de mentalidad y que comprendan que trabajar con seguridad es algo que les beneficia tanto a ellos como a sus compañeros y sus empresas. 

En la mayoría de los cursos nos encontramos con alumnos que debido a formaciones anteriores y sobre todo a su experiencia conocen perfectamente los riesgos a los que están expuestos y conocen todas las medidas de prevención que deben de adoptar. Entonces es cuando surge en mi opinión una pregunta clave: “Si sabes los riesgos, conoces las medidas de prevención, ¿PORQUE NO LAS APLICAS?”. Aquí es donde se debe incidir, debemos de darles los argumentos para convencerles, para que cambien de mentalidad, para que desaparezca de sus cabeza las típicas expresiones “si lo hago con cuidado no pasa nada”, “por cinco minutos que va a pasar”, “si llevo haciéndolo así toda la vida y nunca ha pasado nada”, etc. Se trata también de cambiar conceptos, de hacerles entender que en vez de “no voy a perder media hora en poner una barandilla para 10 minutos de trabajo” la forma correcta de enfocarlo es “voy a invertir media hora en poner una barandilla por seguridad”.

Hasta ahora hemos hablado de la formación de los trabajadores. Pero está claro que una empresa está formada por los trabajadores y por la dirección de la empresa. Y en este aspecto sí que creo que hay una gran deficiencia, sobre todo en las PYMES: la formación en materia de PRL de los gerentes. A excepción del Curso de Directivos para las empresas de construcción, no hay ninguna formación dirigida a la dirección de la empresa. En muchísimas ocasiones los Técnicos de PRL nos encontramos con Gerentes, sobre todo en la pequeña empresa, que cuando te reúnes con ellos y les explicas la documentación y las medidas preventivas que deben de adoptar en sus empresas se sorprenden de las obligaciones y sobre todo de las responsabilidades que tienen en materia de PRL. Si queremos crear una cultura preventiva dentro de las empresas es fundamental que el principal responsable de la empresa este concienciado de la importancia de la prevención de riesgos laborales dentro de su organización. Y esta concienciación sería mucho más fácil si recibieran formación en materia de PRL, formación en las que se podrían abordar las mimas cuestiones que hemos explicado para los trabajadores, y de esta forma cambiar la mentalidad y la visión que los gerentes tienen sobre la Prevención de Riesgos Laborales. 

Sergio Fernández


Europreven