En el trabajo diario existen una serie de factores relativos a la organización del mismo que van a ser decisivos para la realización del propio trabajador. Esta relación influye en el rendimiento, satisfacción y salud del mismo. Sin lugar a duda la situación en la que nos encontramos, está generando un aumento importante del riesgo en estos factores.
Los factores de riesgos a los que podemos hacer referencia son básicamente, las condiciones ambientales (agentes físicos, químicos y biológicos); la organización, los procedimientos y métodos de trabajo; y en otra medida, las relaciones entre los trabajadores, el contenido el trabajo y la relación de las tareas.
La situación que nos ha estado rodeando (desempleo, insatisfacción laboral, etc.) ha generado en el trabajador una serie de conductas que provocan el denominado estrés laboral; e incluso, en ocasiones aunque la situación objetivamente no sea muy estresante (por ejemplo, puede que sea agobiante para un trabajador, pero que no lo sea para otro), si un trabajador interpreta dicha situación como un peligro, o como una amenaza potencial, surgirá la reacción de estrés. Por tanto, aunque hagamos un listado exhaustivo de factores que pueden desencadenar estrés, dicho listado será siempre incompleto.
Los expertos aconsejan lo siguiente para ayudar a enfrentar y reducir ese nivel de estrés laboral en el trabajo diario:
Implementar las 4 C`s: Mantener la
Calma. Se
Cauteloso y
Cuidadoso. Ten
Confianza. Antes hemos atravesado situaciones difíciles financieras y siempre hemos salido de ellas.
Mantén el equilibrio en tu vida.
La organización: Haz una lista de tareas, ordenándolas por orden de importancia.
Descansos con regularidad: Tomar pequeños descanso cada cierto tiempo puede ser de gran ayuda para nuestra cabeza, para mantenerla despejada, incluso realizar algún estiramiento.
Una dieta sana: Consume alimentos sanos, frutas y mucha agua. Limita el consumo de café o té: es un estimulante que puede llegar a alterar tu conducta.
Un buen descanso nocturno: Descansa todo lo que tu cuerpo te pida
Evitar males innecesarios: Aléjate de las discusiones sin sentido. Deja fuera las preocupaciones que no te conducen a ninguna parte.
Hablar: Habla con tu familia, con tus amigo, con tus compañeros de trabajo. Comporte tus experiencias, tus preocupaciones. Necesitas gente que te escuche y que te ayude a liberar la tensión.
Tus pasatiempos: Tener hobbies, pasatiempos, practicar deporte, etc. Cualquier actividad extra-laboral puede ayudarnos a liberar la tensión.
Hacer ejercicio físico: Como decimos, el deporte es una muy buen amanera de liberar nuestra mente, 10 o 15 minutos de deporte al día son
suficientes para mantenernos despejados. La natación es uno de los deportes más recomendables.
Se paciente contigo mismo: La autoexiencia es buena cuando no excede los límites. Respétate a ti mismo.
En resumen, aplicando estos pequeños consejos y como nos marca el área preventiva de ergonomía y psicosociología de
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES, tenemos que adecuar el puesto de trabajo y el entorno físico/mental/social a las características y capacidades del trabajador.