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El pasado 06/11/2017 se concluyó la sentencia de delito CONTRA LA VIDA Y SALUD DE LOS TRABAJADORES Y LESIONES IMPRUDENTES, condenando a un Técnico en PRL con una pena de 6 meses de prisión más la inhabilitación de sus funciones durante ese periodo.

El Técnico de PRL fue contratado por una empresa dedicada al sector del metal, en las funciones de, según la sentencia, asesoramiento, comprendiendo los Servicios de compraventa de materias primas; la adquisición de maquinaria de procesos y auxiliar; el montaje y puesta en marcha de la maquinaría y los procesos productivos; la elaboración de manuales de operaciones, procesos, formación; la formación del personal; y la Seguridad.

Uno de los operarios de la empresa sufrió un  accidente que se produjo, según la sentencia de esta forma: “al poner sobre la mesa los tres tochos de aluminio que transportaba utilizando el puente grúa, un estrobo le quedó atrapado entre dos tochos, como había ocurrido otras veces y (siguiendo las instrucciones dadas por el TÉCNICO DE PRL) para resolver la situación, empleó una barra de uñas, haciendo palanca, momento en que uno de los tochos se desplazó y cayó al suelo golpeándole en el pie derecho, al no poder ser retenido por el pequeño tope existente en la bancada. Con posterioridad al accidente, la empresa estableció como norma de trabajo que el transporte de los tochos se lleve a cabo de uno en uno, así como estrobarlos en los extremos que, al sobresalir de la bancada, sea más fácil liberar los estrobos y no puedan quedar atrapados”.  Según el Juez, el TÉCNICO “no llevó a cabo un procedimientode trabajo seguro para la actividad desarrollada por el operario cuando se produjera un atrapamiento del estrobo entre los tochos y evitar el uso de barra de uñas, así como adoptar medidas tendentes a impedir la caída de tochos de la bancada; no existiendo en la evaluación de riesgos de la empresa, indicación alguna sobre los topes de la bancada para evitar la caída de los tochos, ni sobre la utilización de barra de uñas, ni la posibilidad de que los estrobos quedasen atrapados.”El empresario quedó finalmente absuelto.

En primer lugar, las personas que ejercemos la profesión de Técnicos en PRL, tenemos que concienciarnos de la labor que realizamos, no podemos tomarnos a la ligera nuestro trabajo; debemos tener en cuenta que se deja en nuestras manos la seguridad de multitud de trabajadores, por ello debemos estudiar cada proceso productivo, cada tarea… para identificar qué riesgos se pueden producir en cada trabajo y llevar a cabo las medidas preventivas oportunas. En este caso, bajo mi punto de vista, a posteriori del accidente, se llevó a cabo una medida poco efectiva, teniendo que haber incluido ese riesgo en la Evaluación e implantar un procedimiento de trabajo seguro para la realización de esa tarea. En la sentencia se indica que al Técnico se le contrató con el objetivo de llevar a cabo un plan de trabajo para cada tarea donde se tuviera en cuenta y se salvaguardara la seguridad de los trabajadores.

No debemos olvidarnos de la responsabilidad del empresario, en esta sentencia se le absuelve por completo; este punto también da lugar a debate, ya que la Ley de prevención otorga al empresario la máxima responsabilidad en las actividades que realiza la empresa, entonces, ¿es justo que sólo hayan condenado al Técnico de prevención? Damos por supuesto, que el empresario se “fiaba” y tomaba en cuenta todos los puntos que le indicaba el técnico, por lo que podemos llegar a entender que él se pensara que ya se tomaban todas las medidas preventivas oportunas; en cualquier caso, creo que también es responsable de la contratación de la persona encargada de la seguridad de los trabajadores, por lo que en cierto modo, también lo sería del accidente.

En conclusión, dada la importancia de la seguridad de los trabajadores, los técnicos tenemos que formarnos continuamente para poder identificar todos los riesgos y asesorar sobre las medidas preventivas que han de llevarse a cabo más apropiadas, y lo que hace tiempo, era la mejor medida, puede haber surgido otra más adecuada por el avance de la tecnología etc.; y en cuanto a los empresarios, también tienen que concienciarse de la responsabilidad que poseen en materia de seguridad  de los trabajadores. Formando un tándem, tanto técnico como empresario, podemos evitar accidentes tanto leves como graves y muy graves, y para ello hemos de tomárnoslo muy en serio.