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Una reciente publicación del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) aborda cuestiones relevantes para la prevención de los riesgos psicosociales en el transporte por carretera y, de forma especial, en la principal actividad asociada al sector: la conducción de vehículos.

El estudio “Factores de riesgo psicosocial y riesgos asociados en el sector del transporte por carretera” se enmarca en el desarrollo del Plan de Acción de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo (EESST 2015-2020) que persigue impulsar la mejora de las condiciones de trabajo en actividades con elevados índices de accidentes y enfermedades profesionales.

El documento se estructura en dos bloques. El primero, referido con carácter general a todo el sector del transporte por carretera, describe los factores de riesgo psicosocial más comunes, las principales consecuencias para la salud a las que pueden dar origen y algunas medidas preventivas. El segundo está estructurado en cinco partes. Cada una de ellas corresponde a los riesgos psicosociales de las siguientes actividades de conducción: transporte colectivo por carretera, (autobuses); transporte de viajeros en taxi, transporte sanitario por carretera, (ambulancias); transporte de mercancías, (camiones); y servicios de mensajería, paquetería y cargas menores.

El estudio alude a factores de riesgo psicosocial como la presión por carga de trabajo, las largas jornadas, los tiempos irregulares de trabajo, el trabajo en solitario, las tareas conflictivas y la exposición a violencia.

Estudios europeos como ‘Sixth European Working Conditions Survey’, Eurofound 2017 (VI Encuesta Europea de Condiciones de Trabajo), y estatales como la ‘VI Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo publicada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo-INSHT en 2015, recogen que las personas trabajadoras del transporte reportan efectos negativos, en mayor medida que los de otros sectores. En concreto, la Encuesta Nacional indica que el 33,1% de las personas que trabajan en camiones, reparto o taxis padece esos perjuicios. Por tipologías, el 16% sufre trastornos del sueño; el 18%, cansancio; y el 13%, irritabilidad.

 Medidas preventivas generales

 Aunque las medidas preventivas deben ser específicas para a cada situación, el estudio del INSST apunta las siguientes líneas generales de intervención en las distintas actividades de los conductores y conductoras profesionales:

 -Considerar en las evaluaciones las posibles interacciones de las exposiciones a riesgos físicos, ergonómicos y psicosociales con una visión global.

 -Tomar clara conciencia de los efectos cognitivos negativos derivados de la combinación de riesgos físicos y organizativos, de su relación con la fatiga y de su impacto en el riesgo de accidentes.

 -Establecer programas de gestión de la fatiga, limitar los horarios y facilitar pausas adecuadas para el descanso.

 -Ajustar demandas, (carga, ritmo y tareas), y recursos, (formación adecuada, tecnología, plantillas suficientes…).

 -Diseñar el tiempo de trabajo y su organización, (turnos y nocturnidades), de forma que se minimicen sus efectos nocivos.

 -Adaptar la organización del trabajo, los puestos y la formación al envejecimiento de la población trabajadora para mantener la empleabilidad.

 -Contemplar medidas específicas de seguimiento, prevención y control de la exposición a la violencia. Formar a los trabajadores en la gestión de situaciones violentas y en su adecuado reporte.

 -Tomar en consideración a efectos preventivos la creciente diversidad del colectivo de conductores y conductoras para atender las necesidades específicas de las mujeres, inmigrantes y personas trabajadoras con vinculaciones contractuales específicas, (a tiempo parcial, subcontratados, Trade5…).

 -Para facilitar la incorporación de las mujeres, prestar atención a resolver los problemas de la conciliación, de elevada carga física en ciertos puestos y tareas y de adecuación de instalaciones y espacios de trabajo.

 -Facilitar el acceso a mejores infraestructuras de descanso, ejercicio físico y alimentación.

Fuente: https://www.euskadi.eus/gobierno-vasco

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