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Hace unos meses un hombre (trabajador del Ayuntamiento de Albacete), se suicidó en horario y lugar fuera del trabajo, no obstante se ha podido demostrar que la causa por la que se había suicidado fue a consecuencia de la situación vivida en el trabajo y por ello, aunque la muerte hubiera tenido lugar en fin de semana y sin que el trabajador estuviese trabajando, un tribunal procedió a estimar como accidente laboral este suicidio, sentencia del Juzgado de lo Social nº2 de Albacete, y que posteriormente ha ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla la Mancha.

Así, la sentencia del TSJCM, viene a declarar que las prestaciones por viudedad y orfandad causadas lo son por la contingencia de accidente de trabajo. 

Esta sentencia estima que durante el procedimiento judicial, es necesario demostrar que el trastorno o patología mental que sufría el trabajador, y que fue el desencadenante de su autolisis, tenía su causa en una situación de estrés laboral.

La sentencia estima que ha quedado acreditado que, la relación entre la patología que padecía el trabajador y su trabajo han actuado como agentes determinantes de la decisión de suicidarse, y de contrario, no ha quedado probado la posible concurrencia de otros factores personales ajenos a su ámbito laboral y que pudieran haber sido responsables del desenlace.

Como antecedente se tiene que el trabajador venia de una baja en la que los informes del servicio de psiquiatría que desaconsejaban su incorporación al puesto de trabajo.

No obstante, desde el INSS, se le asignó el alta médica y, se le obligó a incorporarse a su puesto de trabajo.

Además de los informes de psiquiatría, desde el servicio de prevención se recomendó el cambio de puesto de trabajo.

Por parte del Ayuntamiento no se realizó ninguna actividad tendente a preservar la salud de su trabajador, y ello condujo a una situación en la que el día antes de incorporarse a su puesto de trabajo, se quitó la vida.

Este tipo de situaciones siempre nos llevan a hacer la reflexión de por qué en las empresas y en la Administración no se adoptan todas las herramientas para afrontar, medir y resolver los riesgos en el ámbito de la psicosociología, que están más centradas en otro tipo de riesgos (que también es necesario), sin prestar mucha atención a los riesgos de ámbito psicosocial, y en el estrés laboral.

Tomas Rosser